Semana Santa bearnesa. Nos apetecía un viaje de carreteras de montaña y bosques, así que nos organizamos una pequeña escapada exprés que atravesara los Pirineos. Varias veces.
En este pequeño viaje nos acompañó mi padre, que no sabe mucho francés (tampoco sabe poco francés, no nos engañemos), pero canta la Marsellesa que da gusto. Y así salíamos los Tontakos y Javier rumbo a Roncesvalles, para cruzar los Pirineos.
Tras llegar a tierras francesas, hicimos la primera parada en San Juan Pie de Puerto, un pequeño enclave del Camino de Santiago francés.