Canadá 2019 - Sunshine Meadows

La previsión para el domingo no era mucho mejor que los días anteriores, pero no queríamos irnos de Banff sin visitar las Sunshine Meadows.

Pablo y Angela habían visto que se celebraban unos Highland Games con mucha solera en Canmore y querían dedicar el día a estos juegos rurales escoceses. Así que por la mañana, a pesar de que nos levantamos bajo una fina capa de lluvia, Alex y yo nos escabullimos prontito y les dejamos la caravana a nuestros amigos.

Las Sunshine Meadows es una planicie alpina, al estilo de la Velika Planina en Eslovenia: una gran superficie a gran altura con un ecosistema muy peculiar. Estas praderas en invierno son pistas de esquí, y durante todo el día vimos los telesillas en ese estado letárgico en el que están fuera de temporada. Cogimos un autobús desde el centro de Banff hasta Sunshine Village donde está principalmente la venta de entradas para la góndola y un restaurante.

Lo primero que hicimos fue coger ahí la góndola que nos elevó 700 metros hasta Upper Sunshine Village. Mientras subíamos, el tiempo no acompañaba mucho y el augurio era bastante malo.

La góndola nos dejaba en Upper Sunshine Village, una zona con algún hotel, restaurantes y tiendas e incluso un centro de interpretación. Está todo muy preparado para la época de ski, que será fuerte, pero en verano aprovechan para poner algunas mesas al sol. Como por la mañana nuestro objetivo era pasear por las praderas, dejamos atrás esta zona y cogimos el telesilla que nos dejaría directamente a más de 2000 metros.

Haciendo honor a su nombre, ¡¡hacía solete!! El día anterior, según supimos, había habido tormenta eléctrica y la góndola ni siquiera llegó a funcionar, pero justo el domingo el día estaba despejado y soleado.

Si bien Sunshine Village es parte de la provincia de Alberta, las praderas están ya en British Columbia, y rápidamente pudimos apreciar las diferencias de inversión en parques de ambas provincias:

Además de la tontería de la WIFI gratis a 2000 metros, los caminos estaban mucho mejor señalizados y mantenidos que lo que hemos visto hasta ahora.

La ruta allí arriba consistía en seguir un camino muy sencillo y con poco desnivel entre lagos preciosos y miradores con vistas increíbles. Aparte las praderas estaban engalanadas con flores silvestres de vivos colores.

Pudimos disfrutar de un día fantástico para pasear, con pocos senderistas y mucho aire fresco. Además vimos algunas especies que hasta ahora no habíamos visto, como el blue jay o la columbian ground squirrell:

A pie de lago, el agua limpia creaba preciosos efectos con los reflejos:

Antes de emprender la bajada hasta la góndola (pues decidimos saltarnos la bajada en telesilla), encontramos un mirador hacia uno de los lagos que resultó ser el sitio perfecto para comer.

De vuelta en Sunshine Village, hicimos algo de tiempo hasta que cogimos el autobús que nos dejaría de vuelta en Banff donde nos juntamos con Pablo y Angela.

Haciendo amigos

Ellos nos contaron que habían tenido un día muy bueno y buscamos un sitio local para cenar y compartir las experiencias del día.

Finalmente, nuestra ruta quedó así:

A pesar de las previsiones, el día estuvo totalmente a nuestro favor y disfrutamos de una de las mejores rutas de estas vacaciones. Y por lo tanto, podéis contar con uno de los mejores selfies de las vacaciones:

Y con estas, según mi nadísima humilde opinión, fotazas del día:

Banff ha resultado ser un Parque Nacional con muchas sorpresas: la cantidad de turistas y la forma de recorrerlo no eran lo que yo me esperaba; supongo que es porque este viaje ha tenido mucha menos preparación que otros y no había mirado en detalle el espíritu del parque. Me ha gustado mucho descubrir este espíritu según pasaban los días; pero como todo se acaba, esta etapa en Banff también va llegando a su fin. Y aún queda viaje por delante para seguir descubriendo más sorpresas.