Como es habitual en los viajes Tontakos, aquí dejo un resumen del itinerario, de los gastos y algunas ideas.
Itinerario
Este viaje nos ha llevado a tres países distintos, Austria, Eslovaquia y Chequia. Aquí un mapa con los principales destinos que hemos visitado.
Hemos hecho unos 2500kms en transporte multimodal, tren, bus y coche de alquiler. Esta vez hemos hecho pocas rutas y muchos paseos urbanos.
Nuestro viaje empezó en Viena donde descubrí una ciudad amable a pesar de (o tal vez precisamente gracias a) que nos pilló una ola de calor que nos tuvo aplatanados los dos días. A través de los paesos y las visitas vimos, grandes palacios y fantásticos museos. También una ciudad donde se puede vivir. ¡Viena para los vieneses!
Además contratamos una excursión para conocer los valles vinícolas del Danubio. Este gran río nos acompañó buena parte del viaje. Así conocimos la Abadía de Melk, en un enclave increíble.
Después fuimos a por nuestra segunda capital del viaje: Bratislava. Una ciudad mucho más pequeña que la recién visitada Viena, y que también se asoma al Danubio. Es una ciudad interesante y fácil de visitar.
La tercera parte del viaje nos llevó a conocer la Eslovaquia más rural. Con nuestro centro de operaciones en Levoča, recorrimos algunos parques naturales eslovacos, como el Paraíso Eslovaco, que es un paraíso de los senderistas sin vértigo así que fue una incursión breve.
Donde dedicamos una buena jornada de senderismo fue en los Altos Tatras; hicimos un paseo precioso desde el lago Štrbské Pleso hasta un lago en cuya orilla comimos a la sombra. Descubrimos un cementerio simbólico muy peculiar que nos avisó de que el monte puede llegar a ser un sitio difícil también.
En esta parte del viaje aprovechamos para conocer parte del patrimonio que hay en el país eslovaco. Subimos y bajamos todas y cada una de las cuestas del pueblo minero Banská Štiavnica. Rezamos a los dioses antiguos y a los modernos en las iglesias de madera. Asaltamos varios castillos: el Castillo de Spis (solo las partes abiertas al asaltante), y el Castillo de Bojnice (previo pago de la entrada).
Dejamos atrás Eslovaquia para entrar en Chequia, donde nos esperaba la tercera capital del viaje: Praga. De nuevo ciudad-río, esta vez sobre las aguas del Moldava, igualmente imponente. Cruzamos el río sobre el famoso Puente de Carlos. Puse en hora el reloj astronómico porque estaba una hora mal. Descubrimos un barrio judío muy interesante y fuimos a un concierto. En Praga también hubo castillo, catedral y grandes fachadas.
La parte final de nuestro viaje nos llevó por pueblitos de Chequia. El primero fue Karlovy Vary, un pueblo-spa rollete donde encima la visita se nos dio regular. En los viajes hay días así y hay que sobrellevarlos y seguir adelante.
Y donde nos llevamos una tremenda sorpresa fue en Cesky Krumlov, una ciudad construida sobre varios meandros, con un castillo muy recomendable y unas callejuelas muy ricas de pasear.
Pecunia
El viaje completo de 16 días nos costó ~4000€. Como siempre, aquí incluyo todo, las propinas, el heladito y el eurillo del autobús. Pensábamos (por lo que vimos en internet) que Eslovaquia y Chequia iban a ser más baratas; Eslovaquia en particular nos sorprendió porque está mucho más cara de lo que habíamos leído. Creo que post-COVID sufriendo una fuerte inflación y ahí están.
Estos 4000€ significan:
- 2000€ por persona
- 248€ de mdia por día
Los gastos desglosados serían:
- 440€ de vuelos
- 944€ de comida / bebida
- 1123€ de alojamiento
- 666€ de alquiler de coche, gasolina y parking
- 120€ de Kittysitter (mis gatitos siempre bien cuidados)
- 50€ de varios (regalitos, coladas…)
- 640€ de entradas a museos, castillos, conciertos…
Fuimos casi todo (excepto Bratislava) a apartamentos, y desayunamos y cenamos casi todos los días comida casera. Esto, además de poner algo de coto al gasto, permitió que yo sobreviviera a la amenaza del escorbuto y no me pusiera mala del estómago. Tantas comidas fuera me dejan ko.
Usamos la N26, sobre todo en Chequia, donde no se usan euros sino coronas checas. En muchos sitios te aceptan euros, pero es malísima idea porque aplican un cambio draconiano. En general nos aceptaron tarjeta en todas partes, incluso donde las reseñas de Google decían que no.
Algunas conclusiones
La carne es la base de la gastronomía en estos países. Si bien me gusta, no es mi comida favorita. Por si fuera poco, acompañan la carne con una de mis comidas menos favoritas del mundo: plasta de miga. De verdad que no tiene sentido.
Me gustó mucho la lombarda con canela que probé en Bratislava. El halušky es plato estrella, y yo lo vi más bien como una guarnición. Vimos muchísima repostería currada y fue sistemáticamente decepcionante, salvo muy contadas ocasiones.
Me gustó más la comida en Eslovaquia, aunque por poco. Y varios días cambiamos a comida italiana, griega (la mejor) e incluso asiática debido a la saturación de goulash y san-jacobo eslavo.
Me pareció que era más fácil hacer turismo en Chequia que en Eslovaquia (para un español al menos). Fuera de Bratislava, nos encontramos con poca gente que hablase inglés.
En retrospectiva, creo que el viaje fue demasiado ambicioso al meter 3 capitales. Me cuesta distinguirlas, no pude verlas como ya sé que me gusta: despacio y yendo un poco más allá de las visitas típicas. Por cómo hicimos el viaje, apenas llegamos a las visitas típicas. A cambio, hicimos menos monte y rutas de las que me suele gustar. Entiendo que funcione el viaje en general, pero yo terminé algo saturada de capitales.
Aun así, y aunque no sé si estoy ubicando bien los monumentos, Viena me dejó una impronta fantástica como ciudad. Y con muchas ganas de volver y dedicarle el tiempo adecuado.
Por suerte, iba con Alex de compañero, que es el mejor con quien compartir visitas y modular el ritmo cuando hacía falta. También tuvimos algunos contratiempos, nada grave ojo, problemas del primer mundo en el peor de los casos, pero que en el momento hay que resolver, y de nuevo, entre Alex y yo nos apañamos muy bien.
Ha sido un viaje particularmente cachero: consecuencia natural de tanta ciudad y tanto paseo. Hemos hecho la friolera de 218 cachés en 16 días. También hemos mejorado nuestra mejor “racha” a 16 días seguidos cogiendo cachés. Y hemos batido un pequeño récord (personal) que me ha gustado mucho: cogimos en 1 día cachés en 4 países distintos (el día de la vuelta).
¿Queréis ver unos geocachers felices? ¡Aquí los tenéis!
¡hasta el próximo viaje!