Emoción a raudales por una nueva aventuraza tontaka, muy especial y muy esperada.
Nuestro viaje por Canadá comienza en Calgary, capital de Alberta y la ciudad más importante cerca de las Rocosas.
Alberta es una zona privilegiada para visitar y estudiar restos paleontológicos así que decidimos dedicarle un par de días con visitas temáticas.
Condujimos por praderas infinitas, adentrándonos en terreno que pertenece a los Blackfoot, para aprender sobre las Naciones Originarias de Canadá.
Comienza la etapa de los Parques Naturales de Canadá. La naturaleza salvaje es uno de los motivos principales para cruzarnos medio mundo y por fin nos íbamos a adentrar de lleno.
Decimos adiós a Waterton y pasamos el día conduciendo hacia el norte, hacia el corazón de las Rocosas canadienses; así por la tarde, llegamos a Banff.
Aunque el tiempo se está portando en general muy bien, la previsión para el sábado nos obligó a pensar muy bien en qué planes queríamos hacer.
La previsión para el domingo no era mucho mejor que los días anteriores, pero no queríamos irnos de Banff sin visitar las Sunshine Meadows.
El siguiente parque natural que visitamos es Jasper a unos 250km al norte de Banff, mucho menos concurrido según pudimos comprobar.
La Icefields Parkway es la carretera que une los parques naturales de Banff y Jasper. Es una carretera escénica, que recorrimos de ida y de vuelta con unas cuantas paradas chulísimas.