El finde pasado 4 amigos fuimos a darnos un baño de naturaleza y agujetas a la zona de los pueblos negros, al norte de Guadalajara. Otoño es la temporada alta porque coincide con la caída de las hojas, así que el paisaje se pone precioso de colores y texturas. Ved aquí lo que dice google sobre el otoño en el hayedo.

Nuestra visita partió del centro de interpretación que está al lado de Cantalojas. Allí hay un parking (gratuito y sin necesidad de reserva) donde dejamos los coches y cogimos las bicis. Desde el centro de interpretación hasta la entrada del hayedo hay unos 6km por pista compartida con coches. Está bien acondicionada y tiene algunos repechos; hay que ir con cuidado por los coches, aunque iban bastante despacio (mucha curva).

En el aparcamiento (gratuito pero CON reserva aquí) que hay en la entrada del hayedo tuvimos que dejar las bicis y hacer el paseo por el hayedo a pie (6kms aprox). La primera parte del paseo va bordeando el hayedo hasta un mirador con unas vistas increíbles.

Panorámica desde el mirador [autor: Luiyo]Panorámica desde el mirador [autor: Luiyo]

Después se mete más de lleno en el hayedo y, dado que es una ruta circular, se llega al punto de partida. Es una ruta sencilla muy recomendable para todos los públicos.

Aquí dejo el track que grabó @luiyo con la primera parte de la ruta.

Tras volver dimos buena cuenta de las viandas (al monte no se lleva ‘comida’ sino ‘viandas’ y no se ‘come’ sino que se ‘da buena cuenta’) y cogimos de nuevo las bicis para hacer la rutilla “poco exigente” que nos había preparado Dani. Lo cierto es que la ruta era asequible con algo de paciencia y aguante. Los tres amigos con los que fui terminaron la ruta estupendamente, pero yo me tuve que volver sin coronar cuando se me hizo tan complicado que era para pasarlo mal, y se trataba de disfrutar. Lo dicho, el ciclista diletante que coge poco la bici, que vaya con paciencia y agua.

Nos juntamos al rato en el punto de reunión y fuimos al Hostal Rural Valverde en Valverde de los Arroyos; buena calidad/precio. Nos guardaron las bicis en garaje y fueron muy amables.

La previsión para el domingo era de lluvias, pero amaneció soleado y nos decidimos por intentar la subida al monte Ocejón, el pico más alto de Guadalajara con 2049 mt. El ascenso parte de Majaelrayo (algo más sencillo por lo que comentaron) o de Valverde (1255 mt altitud) que es de donde salimos nosotros. Es una subida de unos 800 metros de dificultad física moderada: exige un mínimo de tono físico para hacerlo en un tiempo razonable. También se puede acometer con poco tono físico pero mucho tiempo, porque no entraña ninguna dificultad técnica y está muy bien señalizado. Eso sí, siempre con cuidado en el monte.

Como el tiempo es cambiante, según íbamos subiendo la niebla se hizo fuerte en toda la montaña y perdimos absolutamente toda la visibilidad. Con todo, conseguimos llegar a la cumbre desde donde nos imaginamos unas vistas maravillosas; aunque nos las estuvimos imaginando durante poco tiempo, que con la niebla hacía mucho frío y bajamos rápidamente.

Dani, Blanca, Luiyo y yo: tenemos cara de felicidad pero nos estamos pelando de frío. Dani, Blanca, Luiyo y yo: tenemos cara de felicidad pero nos estamos pelando de frío.

Dejo aquí la ruta que hicimos para subir al Ocejón; no es circular, así que una vez que coronamos, tuvimos que volver sobre nuestros pasos.

El punto geodésico con 4 pares de pies que aseguramos que son los nuestros. Palabrita de niña buena. El punto geodésico con 4 pares de pies que aseguramos que son los nuestros. Palabrita de niña buena.

Es una zona preciosa que desconocía completamente y que recomiendo para los amantes del senderismo y el ciclismo. Nos dejamos sin visitar, salvo de pasada, los pueblos negros y los pueblos rojos, así que ya tengo la excusa perfecta para volver a la zona e intentar de nuevo mi Tourmalet personal.