Primer gran viaje del equipo Tontako tras el parón del Covid. En 2021, durante las vacaciones por Lusitania, sentí que recuperaba las ganas de viajar, y me ilusioné con recorrer Escocia con Alex. Esta es nuestra aventura en Alba.
Preparamos el viaje con dos grandes hitos:
- visitar Edimburgo (y alrededores) durante 4 días
- recorrer las Highlands en camper durante 10 días
El primer día nos fuimos a conocer Glasgow, la ciudad más importante de Escocia después de la capital; compite en poderío económico y frente al posicionamiento más tradicionalista de Edimburgo, Glasgow representa la ciudad moderna y vanguardista.
Ir a Glasgow
Para ir a Glasgow, decidimos coger el autobús, porque tiene parada delante de nuestro alojamiento, lo cual fue muy conveniente.
Es un autobús muy cómodo, con cargadores y wifi. Tardamos aproximadamente una hora y pudimos asomarnos a los extrarradios de las dos ciudades, con sus maravillosas casas con jardines verdes y bien cuidados. Desde la estación, fuimos dando un tranquilo paseo hasta la zona de la Universidad donde teníamos previstas casi todas las visitas.
En el paseo hemos descubierto una ciudad de finales del S.XIX, con mucho ladrillo y chimeneas humeantes como telón de fondo de las muchas tiendas hipsters modernetas. Es una de las grandes cunas del liberalismo así que difícilmente va a ser mi ciudad favorita. Con todo, nos acompañó el buen tiempo así que le perdoné la existencia.
Kelvingrove Art Gallery & Museum
Como tantos otros museos en Reino Unido, el Kelvingrove Art Gallery & Museum tiene entrada gratis, así que no hizo falta mucha planificación para ir. Es un museo que hace del eclecticismo su bandera, así que las distintas salas no comparten mucho entre sí: el art nouveau de Mackintosh (un señor que hacía sillas incómodas), Egipto, arte tradicional escocés, el Cristo de Dalí, animales extintos, animales del mundo, impresionistas…
Todas estas salas, y unas cuantas más que no nos dio tiempo a visitar, conforman este fantástico museo. Nos tomamos la visita como una pequeña gymkana de sensaciones: nos detuvimos en algunas salas y en otras apenas paseamos y las dejamos atrás. Desde luego, es imposible que el museo aburra. Además, está en un magnífico edificio del S.XIX, con amplios pasillos y balaustradas.
La guinda de la visita fue que coincidimos con un recital en directo de órgano. Un afamado músico se ha puesto a los mandos del gran órgano con muchos tubos y más botones y pedales. Aunque las armonías inarmónicas del órgano me resultan difíciles de “paladear”, me quedé embobada viendo el despliegue de técnica y coordinación del intérprete.
Universidad de Glasgow
Muy cerca del museo se encuentra el edificio más emblemático de la Universidad de Glasgow. Es una edificación antigua, donde se visitan dos claustros muy evocadores. Además, hay un pequeño museo aunque en estas fechas están remodelando la sala central y sólo pudimos acceder a una pequeña exposición sobre el muro de Antonino (como el de Adriano pero con peor marketing).
Callejuelas con encanto
Glasgow también es célebre por tener algunas callejuelas escondidas con mucho encanto. En realidad están en todas las guías turísticas e incluso hay carteles con indicaciones, pero es cierto que en general pasan inadvertidas si no las estás buscando. Una que me gustó mucho fue Ashton Lane, ya que sus vivos colores contrastan con el monocromo del resto de la ciudad. Ahí aprovechamos para comer en un restaurante japonés recoleto. También nos aceramos a la callejuela más famosa de Glasgow, la Hidden lane, con sus llamativas portadas.
Jardín botánico
De sobremesa, seguimos nuestro paseo hasta el Jardín botánico de Glasgow. Es un parque precioso que además estaba lleno de gente aprovechando el solete (los parques con gente disfrutando es de lo más bonico en una ciudad). Tiene varios invernaderos o palacios de cristal llenos de plantas de muchos tipos, incluyendo la zona de ¡las plantas carnívoras! A todas las plantas les puse amoroso nombre y me despedí sin más llantos, porque sé que conmigo no sobrevivirían ni un día. No, tampoco ese cactus que aguanta lo que le echen. No, ni ese aloe que dejaste dos meses sin regar. Sí, también se moriría esas buganvillas de plástico que tan bien dan el pego
A media tarde, volvimos paseando por la zona comercial, con sus insólitos comercios que no hay en ningún otro sitio, los artistas callejeros que aquí son completamente distintos y las cadenas de cafeterías que, estas sí, son 100% originales :) Y así terminamos nuestra visita breve pero muy aprovechada a Glasgow. Y para que también os aproveche a vosotras la visita a este humilde blog, ¡va un selfie tontako!
Y el resto de las fotos :D