Ya os dije que iba buscando un conde. Y lo que surja. Pues ni un conde me he encontrado; es que así no se puede. Hoy tocaba paseíto por ciudades históricas y religiosas, para que esto no sea solamente beber (padre, madre, digo beber, pero me refiero a leer libros tranquilamente en una sombra. Ejem).
Por la mañana fuimos a Guimaraes, cuna de Portugal, ahí es nada. Ha coincidido con que es capital europea de la cultura así que se notaba un cuidado extremo, como cuando una partida de limpieza ha venido, con la sirena a tope, para limpiar un bolardo.