Países Bajos - Amsterdam (día 3)
Para hoy teníamos planificada solo la visita al museo Van Gogh…
Compramos las entradas con antelación y nos aseguramos el “pase rápido”. Ha sido igual de rápido que el paso no-tan-rápido. Tiene sentido dado que cuestan lo mismo. Yo tampoco entiendo a los amsterdamers. Venía yo motivada con este museo, por aquello de que Van Gogh es un pintor bastante asequible y disfrutable, así que nos hemos hecho con las audioguías para poder sacarle provecho.
No ha sido fácil; primero porque nos hemos metido en OTRO museo. Esto ha sido embarazoso:
- Tenemos aquí las entradas
- Este no es el museo Van Gogh
- No me diga, ¿y cuál es?
- Pues otro que no es este, pero aquí también tenemos cuadros famosos y estupendos
- ¿De Van Gogh?
- ¡Y de otros!
- Nah, no me convence
- ¡Les hago descuento!
- ¿Cuánto? – me ha salido la vena mercader
- 15%
- Por menos de un 50% de descuento no me digno a ver sus “otros” cuadros famosos
- ¡Pero tengo que dar de comer a mis hijos!
- Y yo tengo que ir a alabar el ritmo y el puntillismo de Van Gogh como si supiera de qué estoy hablando. Y el postureo no se va a hacer solo.
Y con estas nos hemos ido, ahora sí, al museo Van Gogh. Después la cosa no es que haya mejorado demasiado: las audioguías son de lo peor con lo que he tenido que interactuar últimamente (y eso que ahora uso OSMAnd, haceos a la idea); rápidamente he relegado la audioguía a explicaciones puntuales para intentar dejarme llevar por el museo; pues tampoco: el recorrido ¿propuesto? no es nada orgánico (algo que les encanta por aquí). A pesar del propio museo, la colección de cuadros que tiene es asombrosa y ha merecido mucho la pena ir.
Al salir nos hemos acercado a Lombardo’s que hace gala de tener la mejor hamburguesa de Amsterdam. El sitio es pequeñísimo y nada evidente, pero las hamburguesas bien merecen el título.
Por la tarde hemos aprovechado una ruta geocacher para visitar la zona sur de los canales. Canales y casas estrechas, y sin embargo, parece otra ciudad; esta zona ha debido ser gentrificada y está llena de galerías de arte y sitios trendy para estar a la modé hollandaise. No he encontrado esta zona recomendada en las guías y por el contrario me ha sorprendido mucho.
Rendidos de estar todo el día de pie, hemos vuelto a casa y a descansar. Mañana último día: Rijksmuseum y si se da bien, comida surinamesa. ¡Estad atentos!